1.1.06

CIUDAD SIN AGUA


En el cielo se veían nubes, oscuras y amenazadoras, de un violeta intenso. Las tormentas allí nunca llegaban al negro. En los pies tenían anclajes para cuando arreciase, no eran tornados, pero volaba todo. La ciudad ponía su urna de cristal esmerilado, su protección contra la arena; el desierto, desde que se llevaron el agua, cada día estaba mas cerca. Empezó como una cosa tonta , un trasvase cualquiera, el río de alambre, el gran río se fue secando. Lo adornaron como un parque para aprovechar el espacio y nadie lo echara en falta. Al principio fue bonito, luego empezó a faltar el olor del agua en el aire, el cierzo rascaba con fuerza, la piel se arrugaba. Con el ímpetu del vendaval, las casas temblaban por la tormenta seca, todo electricidad, arena y rayos . Peligraban los edificios y las comunicaciones, cada vez se aislaba más y reinaba el silencio. La tristeza de no encontrar soluciones afligía a los ciudadanos, que cabizbajos se escondían en las casas, echaban su anclaje de titanio al suelo para que no se los llevase el viento.
Ya eran pocos los que quedaban.
Se había llevado a tantos.


© Ángela Ibáñez


CIUDAD SIN AGUA
Publicado en Artes y Letras.
Heraldo de Aragón.

Imagen:
Zaragozaultramarina.©Ángela Ibáñez

No hay comentarios: